jueves, 17 de mayo de 2012

Carnage (2011)



Interesantísima obra que elabora un cruel retrato de una sociedad enferma de hipocresía, que banaliza la moralidad y hace de la superficialidad su bandera. Ácida comedia negra, con aires trágicos, inteligente, corrosiva y con altas dosis de mala leche firmada por un Roman Polanski que nos recuerda un poco a Woody Allen.

Lo que empieza siendo una civilizada reunión de dos sensatas parejas que intentan mediar en una disputa entre sus hijos adolescentes, acaba degenerando en un enfrentamiento primario y salvaje cargado de violencia verbal e incluso física en algún momento de la cinta.  Todos los personajes van descubriendo su auténtico "yo" y las máscaras se caen a medida que la historia se vuelve más y más intensa. Los papeles se cambian constantemente y cada uno de ellos acaba descubriendo en el otro el peor reflejo de sí mismo, a la vez que el texto se convierte en el auténtico protagonista. Ese es el punto fuerte de una película que no destaca en ningún otro apartado formal.

Es una buena adaptación teatral, con unos diálogos muy cuidados y una dirección que sin destacar notablemente resulta convincente tratando la unidad de acción, tiempo y espacio. No así las actuaciones de una pedante Jodie Foster que a ratos está sobreactuada e histriónica ni de una Kate Winslet que, si bien es cierto se lleva el papel menos jugoso, no consigue despuntar hasta haberse pasado con las copas. Waltz se lleva la palma con un personaje cínico, altivo e hiriente arrancándonos una carcajada cada vez que contesta al teléfono.


No hay comentarios:

Publicar un comentario