sábado, 29 de diciembre de 2012

The descendants (2011)


Tengo la sensación de que esta película no se puede dividir en partes, sino que es es un larguísimo desenlace que comienza en el minuto uno, presentándose como un camino emprendido para despedir a una madre, esposa, amiga o hija.

Matt King es un hombre atrapado en sus circunstancias que emprende una huida hacia delante, en infatigable búsqueda de esa Verdad que lo libere de una situación tan cruel como inevitable... pero la carrera resulta agotadora y el camino muy retorcido.

Nadie mejor que Payne para hacernos reflexionar sobre esa Verdad, maestro abordando la tragicomedia humana y retratando el dolor de quien alberga un halo de esperanza en la propia vida, de quien siente compasión por un suegro injusto y de quien comprende que asimilar la muerte es tan necesario como complicado.

Habla del Perdón en mayúsculas, como vehículo para esa liberación personal y como muestra de grandeza de un ser humano en el que el director confía profundamente.

La sensibilidad desbordante del guión se combina con una vitalidad que nos viene dada tanto por unos personajes absolutamente luchadores, como por una ambientación paradisíaca llena de paisajes naturales y coloristas, que además vienen a representar la importancia de conocer nuestras raíces para saber quiénes somos.

George Clooney está más sincero que nunca, brillante e inmenso en un protagonista complejo que marcará su carrera

Le gamin au vèlo (2011)


El pequeño Cyril emprende un camino frenético y sin rumbo claro, con la sana intención de recuperar a un padre indiferente que le repudia. Pero sucede que en el duro trayecto aparece Samantha, para devolverle la esperanza a quien lo ha perdido todo demasiado pronto, sin la más mínima oportunidad de pelear.
Él es impulsivo y contradictorio, fruto de un desarraigo y de un abandono emocional imposible de asimilar, mientras que ella simboliza la pureza de sentimientos y la generosidad afectiva.

La perfecta presentación de los personajes, basada en la naturalidad del guión y en una sutil dirección, que evita caer en obviedades o discursos fáciles, convierte a la película en una fábula maravillosa, donde la serenidad, la dulzura y la calidez humana ganan la batalla a la rebeldía y agresividad, provocadas por las injusticias sociales que convierten en víctima innecesaria siempre al más débil.

Así, lo que podría ser una historia dramática, se aleja del tono trágico para hablarnos del perdón como motor necesario de esperanza final y de la lealtad y verdad como pilares fundamentales del amor... todo ello sin caer en las fáciles contradicciones de quien pretende realismo (con una cámara en mano que busca desnudar la escena de la manera más natural posible) pero que confía plenamente en la posibilidad de un final feliz para aquellos que lo buscan de manera infatigable.

Planos directos, cortos, esclarecedores e incluso punzantes en algunos momentos, se combinan con una fotografía espléndida.
La actuación casi perfecta de Thomas Doret como el adolescente protagonista transmite contención y sinceridad a un personaje que podría muy fácilmente caer en el exceso.
La escogidísma música, con un "Emperador" de Beethoven, que suena en diferentes momentos de la cinta, está perfectamente dosificada, dejando paso a un estudio del sonido importantísimo, que en algunas escenas se convierte en protagonista.

Brillantes algunas escenas... muchas. Me quedo con la cocina de ese restaurante donde el padre muestra un total desapego con su hijo y una cobardía extrema al apartarle de su vida sin contemplaciones; y con una frase previa a ese momento, donde Samantha le dice al niño, temerosa de lo que vaya a suceder: "No te pongas mal si sueñas con algo que después no sale como esperas" y Cyril responde frío: "Yo no sueño

Blue Valentine (2011)


Ryan Gosling y Michelle Williams, dos de los mejores actores de su generación, muestran sin concesiones ni ornamentos a una pareja que ya no sabe como amarse. Dos personas que viven del recuerdo de lo que fue su historia de amor, pero que están atrapados en una rutina de dolor y angustia tan palpable y cercana que corta la respiración del espectador.

Es pues, una historia de amor cargada de sueños rotos que compara constantemente las dos caras de la pasión, en un relato quebrado por flashbacks, que habla de lo delicado de las relaciones y de lo incontrolable del desamor... un drama desnudo, casi cruel, de lo que son las relaciones, donde todos los sentimientos nos resultan demasiado familares.

Intachables actuaciones de ambos protagonistas, sobresaliendo ella, en unos primeros planos que poco perdonan, y una dirección muy directa, que hacen de la película una excepción en un género que poca originalidad puede aportar ya, y con una temática mil veces tratada.

Perfect sense (2011)


Con una fotografía grisácea y llena de sombras, un tono filosófico que roza el documental y una solidez técnica apabullante, se nos cuenta la apocalíptica historia de dos personas que se conocen y enamoran justo en el momento en que una epidemia azota el planeta, privando paulatinamente a los seres humanos de toda percepción sensorial.

Así, la cinta viene a poner en orden esa escala de valores que nos hemos empeñado en desbaratar, y nos lanza alto y claro el mensaje de que podemos prescindir de casi cualquier cosa, menos del amor. Es un canto a la vida, al Carpe Diem... es casi una catarsis que experimentamos gracias al trabajo del director, que en todo momento nos hace partícipes de las sensaciones de los protagonistas.

Hay algo de paradójico en toda la historia...cuando a los créditos finales, habiendo perdido toda capacidad sensorial, somos un mar de emociones agudizadas que brotan intensamente de lo más profundo del alma.

Young Adult (2011)


Esta obra no sería lo mismo sin la interpretación de Charlize Theron en un papel hecho a su medida como la eterna reina del baile incapaz de madurar, que intenta por todos los medios recuperar a un antiguo novio de instituto felizmente casado que para más inri acaba de ser padre.

Es la villana perfecta: odiosa, alcohólica,altiva, borde, egoísta y cínica... pero adorable al mismo tiempo y con un encanto irresistible, que en muchos momentos nos saca una una sonrisa y un gesto de complicidad, hasta el punto de desear que ella sea la vencedora en tan injusta batalla... quizás porque comprendemos los miedos que atormentan a esta especie de Peter Pan que no logra encontrar su lugar en el mundo, resultando ser más frágil de lo que aparenta.

Es ácida la mayoría del tiempo, divertida, dramática hasta cierto punto y sobre todo humana... de la colaboración de los creadores de Juno, sólo podían salir cosas buenas. Bravo por el guión de Diablo Cody!

Martha Marcy May Marlene (2011)


Martha Marcy May Marlene (2011) es un desasogante drama que coquetea con el suspense y con el thriller psicológico sin tener demasiado de ninguno de estos géneros.
Un perturbador relato que narra la huida de una joven traumatizada por un pasado que se nos ofrece a golpe de flashbacks desordenados, que se agolpan en la frágil memoria de la víctima, consiguiendo un clima de tensión cargado de violentos silencios y de dolor contenido.

Si bien la dirección es muy notable, el guión adolece de pequeñas lagunas e incoherencias difícilmente salvables y de una falta de profundidad en los personajes, que sin embargo tendrán su contrapunto en una escena final tan abrupta como inolvidable. Mención especial para una contenida Elisabeth Olsen que pone la piel de gallina con esa mirada perdida, frágil y llena de sufrimiento.

Le Havre (2011)


Marcel Max es un exitoso escritor que se autoexilia en un pueblo costero de Francia para retomar el contacto con la gente y vivir de la manera más humilde. Es la imagen de la dignidad, luchando contra todo un sistema por apoyar una causa en la que cree: ayudar a un adolescente a reencontarse con su madre emigrante.

El particular lenguaje empleado en la cinta es lo primero que destaca de una más que notable dirección. El hieratismo en los rostros de los protagonistas, que parecen recitar un texto, les convierten en meros portadores de la palabra... pero lejos de enfriar la historia, la dota de una teatralidad magnífica, marco muy adecuado para contarnos un maravilloso cuento sobre la solidaridad y la esperanza.

La dirección de arte es impresionante, llena de luz y colores pastel, que vienen a acentuar el tono amable, humilde, tierno y sutil de una muy acogedora historia que huele a realidad, y que contrasta con una sencillez narrativa apoyada en un sentido del humor absurdo, con multitud de golpes maestros.

Es una cinta ligera, dulce, acogedora... pero con un poso de crítica social. En un momento de la película, Marcel le dice al niño: "¿has llorado?" -"no", -"Bien, porque eso no soluciona las cosas"... y ese es precisamente el mensaje del director al abordar el tema de la inmigración (él prefiera la palabra "refugiados") desde un punto de vista tan esperanzador.

Imprescindible. No será la mejor obra de Kaurismaki, pero es una buenísma película.

Margin Call (2011)


Margin call (2011) es la primera película sobre la gran crisis financiera que nos afecta desde hace cuatro largos años.
Rodada en forma de thriller, la cinta recrea la madrugada del 2008 anterior a la mañana en que la Bolsa de EEUU experimenta un colapso financiero iniciado en una empresa que, a pesar de que no se menciona en ningún momento, intuímos es Lehman Brothers.

El director se centra en la actitud de un grupo de ejecutivos, personajes totalmente antagónicos entre sí, para hacer una crítica a todo un sistema capitalista, que reacciona ante la crisis colocando sus activos basura en el mercado y precipitando un desastre monetario de proporciones épicas. Plantea, además, diversos dilemas éticos apoyados en los ocho personajes, que vienen a representar los diferentes estatutos de un sistema basado en jerarquías.

Ahora bien, siendo excelentes las intenciones, el resultado es un producto frío, quizás porque el director abusa de la objetividad al tratar un tema tan doloroso socialmente. Falta tensión en el ritmo y la realización no consigue emocionar (me recuerda un poco a La red social en este último apartado, en cuanto al abuso de los primeros planos) y puede que sea un poco condescendiente.

Quizá lo mejor es un escandaloso reparto coral, muy bien aprovechado, y un guión que huye de tecnicismos en los diálogos, facilitándonos la comprensión a los que nos perdemos con toda la terminología financiera.

A better life (2011)


...trata la conmovedora y emotiva historia de quien sacrifica su vida por darle un futuro mejor a un hijo adolescente. Sucede además que esa vida se complica cuando la falta de recursos le empuja a la emigración y le niega la posibilidad de luchar en igualdad de condiciones colgándole la etiqueta de "ilegal". Todavía se recrudece más al añadirle la indefensión de quien sólo se tiene a sí mismo en la lucha por la supervivencia... y así hasta llegar a un drama tan humano como común en nuestros días.

Es una historia sencilla y con más buenas intenciones que resultados finales: peca de blanda al no profundizar en lo que adivinamos podría haber sido una crítica a la política de inmigración de los EEUU, no acaba de mostrar un fuerte compromiso con el protagonista y acaba siendo un desfile de clichés y estereotipos que restan fuerza al mensaje principal.

Hay un plano secuencia, en los primeros minutos de metraje, en el que Carlos observa desde la furgoneta que le lleva de regreso a casa, el progresivo cambio de ambientes que se da entre la lujosa urbanización donde trabaja y la humildad del barrio en el que reside... creo que por ahí deberían haber ido los tiros en una película que parecía orientada a ayudarnos a comprender mejor el mundo en el que vivimos.

Take Shelter (2011)


Take Shelter  es una cinta sutil, de ritmo sereno y pausada narración, que está cargada de detalles, símbolos, referencias, metáforas y matices… sosteniéndose, en su mayor parte, por un sólido guión que combina diferentes géneros en varios momentos de la historia, caminando entre el drama familiar y el thriller psicológico la mayor parte del tiempo.

Ambientada en una América rural muy religiosa, supersticiosa y conservadora, el director pretende reflejar una sociedad extensible a cualquier otra forma de vida occidental de nuestros días, para presentarnos el tema principal de la película: el Miedo, que aparece como absoluto protagonista de una obra que se enfrenta a él abordándolo como una enfermedad de nuestro tiempo. Así, ningún personaje está escogido al azar: la esposa entregada que resuelve los problemas domésticos cotidianos, la niña sordomuda que el director utiliza como vehículo de expresión para poner en entredicho un sistema sanitario injusto (que también representa la incomunicación verbal y emocional), los compañeros de trabajo que viven con la presión de perder su medio de vida… todo con un denominador común: el efecto paralizante que el terror tiene sobre nosotros.

Son constantes las alusiones bíblicas y las referencias apocalípticas que convierten a Curtis en una especie de Noe preocupado en salvar a su familia de una catástrofe que le atormenta en sueños. La evolución del personaje hacia la angustia extrema y el sufrimiento de no saberse loco o profeta, culminan con una escena final grandiosa donde al fin, después de dos horas de metraje, se lanza el mensaje a esa sociedad adormecida: Abrid los ojos porque pronto será demasiado tarde para actuar…. Esta vez sí son gigantes lo que parecían molinos.

Entrañable Jessica Chastain, que ha tenido un año redondo y acertadísimo Michael Shannon, al que el físico le acompaña a la hora de recrear un papel tan complejo como desconcertante, con un increscendo dramático que le situaría al borde de la sobreactuación en muchos momentos, pero saliendo airoso de todos ellos. El elenco de actores y el guión son las piezas clave de una obra, que en los apartados técnicos resulta correcta.

Shame (2011)


Resulta paradójico que viviendo en la Era de la Comunicación, todas las enfermedades modernas, que afectan a un importante grueso de la sociedad actual, hagan referencia a problemas relacionados con la dificultad para entablar relaciones, la imposibilidad de transmitir sentimientos o la incapacidad de verbalizar las emociones más profundas.

Algo así parece sucederle a Brandon, un joven neoyorkino que a pesar de disfrutar de una vida cómoda, vive sumido en un círculo obsesivo-enfermizo donde el placer sexual es utilizado para mitigar la angustia asfixiante de una soledad que llega a producir dolor físico. El protagonista es un alma rota, un ser humano abatido, parte de una sociedad enferma de vacío afectivo... es un desgarrador retrato de la desesperación de quien se mira en un espejo y sólo ve una imagen deformada, rota y hueca de sí mismo: Ésa es la vergüenza a la que el director hace referencia en el título de la obra.

La segunda mitad de la cinta es un descenso a los infiernos, un viaje suicida cargado de crudas escenas de sexo donde se palpa el sufrimiento de un ser derrotado, consciente del círculo de autodestrucción en que se ha convertido su vida. La potente fotografía incide en los primeros planos, combinándolos con otras larguísimas secuencias que muestran una huida hacia delante tan peligrosa como frustrante.

La dirección rebosa fuerza al contar una historia que empieza siendo sugerente y termina noqueando al espectador con un final punzante, intenso, sin filtros, donde Fassbender culmina a ese personaje que se descompone lentamente hasta tocar fondo, regalándonos una de las interpretaciones más sólida y poderosa del año.

Viaje a Darjeeling (2007)


El punto de partida de la cinta es un viaje a la India, objeto de reunión espiritual y personal de tres hermanos que han decidido recuperar una relación fraternal rota hace años, y que acaba sacando a la luz los fantasmas de cada uno. Así, de la mano de uno de los directores más innovadores y particulares del panorama cinematográfico conocemos a tres personajes tan extravangantes como magnéticos, que rozan lo irritante pero que nos cautivan con su inocencia.

Como la mayoría de las películas del director, Viaje a Darjeeling tarda demasiado en arrancar, sus primeros compases son lentos y tiene un ritmo muy irregular (sufre un importante bajón más o menos a la mitad), pero todo se levanta gracias al genio de Wes Anderson, que tiene el don de saber llegar al corazón del espectador por el camino más complicado: convirtiendo lo excéntrico en verosímil, lo absurdo en delicioso y lo friki en fascinante. No deja indiferente a nadie: o le odias o le amas.

Sin llegar a ser la maravilla que fueron Life Aquatic y The Tenembaums, consigue ser una obra controvertida, una oda al sinsentido, al humor más sutil... todo ello empapado de un pintoresco exotismo en la fotografía, rodeado de una aureola de posmodernidad y aderezado con una banda sonora genial que tiene su mejor momento al final de la obra.

Geniales las complejísimas interpretaciones de unos personajes que podrían rozar el ridículo y que sin embargo resultan extremadamente naturales. Y mención especial para un prólogo impresionante: 13 minutos del mejor cine que yo haya visto.

Las viudas de los jueves (2009)


Las viudas de los jueves arranca con un estupendo punto de partida que escenifica la muerte en extrañas circunstancias de tres de los protagonistas, residentes de una urbanización privada totalmente alejada de cualquier contacto con la mundana realidad.
Retrata, mediante contínuos saltos temporales, a una sociedad opulente, materialista y carente de cualquier tipo de valor humano que vaya más allá de las meras apariencias, al mismo tiempo que desgrana todos los detalles de una trama con aspiraciones de thriller, pero que no logra mantener ni el ritmo ni el interés sobre una historia que no convence en absoluto.
"Por fuera soy preciosa, pero interiormente estoy muy podrida" dice el hijo veinteañero de uno de los protagonístas, resumiendo un poco la clave de una cinta que se mueve por caminos erróneos al intentar remover conciencias y que no termina de acertar con el tono, que no logra profundizar en su más que evidente intención política (el tema del corralito subyace en todo momento) y que no consigue desarrollar, de manera reflexiva, ninguna de las ideas que apuntaba en un principio. El resultado es una película innecesariamente larga,hueca, con unos personajes redundantes y un guión sin matices que da vueltas sobre sí mismo sin demasiado rumbo y que además sella el final con una explicación absolutamente decepcionante, abrupta, ligera e inverosímil.
No es el mejor Marcelo Piñeyro ni de lejos.

Ne le dis à personne (2006)


Trepidante thriller hilado de manera pausada, manejando sin prisa los tiempos del suspense, pero dosificando sin pausa la acción y la intriga con una dirección inteligentísima, sin alardes ni ostentaciones estilísticas en su manufactura. No sólo no decae ni un sólo minuto de las dos horas de metraje, sino que guarda un maravilloso golpe de efecto para un final bien pulido, coherente y esclarecedor.

Es dueña de una narración absorvente, que entrelaza los recuerdos de una maravillosa historia romántica entre el Dr. Beck y la fallecida Margot, con una trama principal que homenajea el mejor género policíaco y que arranca en el momento en el que el viudo recibe un mail, 8 años después, con unas imágenes de su esposa en tiempo real.
Se sustenta con unos personajes bien construidos y un guión muy compacto en el que ningún detalle sobra y del que cada línea argumental tiene entidad propia. No hay engaños al espectador, ni trucos, di dobleces en esta sugerente cinta de resultado impecable que resultará perfecta para todos aquellos fans de las novelas de misterio al más puro estilo Agatha Christie.

Cenizas del paraíso (1997)


La reconstrucción del asesinato de Ana Muro y la autoinculpación en solitario de tres hermanos en el crimen, además del más que dudoso suicidio del juez y padre de los chicos, marcan el punto de partida de una cinta que mezcla magistralmente el suspense, el drama, el romance, la traición, las relaciones familiares y la lealtad... todo ello en un contexto legal y político cargado de corrupción y de mentira.

Con una narración que se sirve de continuos flashbacks, ordenados en capítulos coincidentes con los nombres de los hermanos protagonistas, Marcelo Piñeyro desarrolla un absorbente guión, impecablemente escrito que nos mantiene expectantes gracias a un controladísimo ritmo que no decae en ningún momento.

Inconmesurable Hector Alterio en el papel del juez y muy desaprovechada Cecilia Roth, quizás víctima de un exceso de contención.

Sólo un pero: muy flojo el abrupto final por atropellado, por poco convincente y por insuficiente en comparación a un brillante desarrollo tanto de la presentación como del nudo de la película.

The cabin in the woods (2011)

Es muy complicado hablar de esta película sin destripar (nunca mejor dicho) nada de su excelente guión, cuyo mayor acierto es la completa eliminación del factor sorpresa en un género donde ya lo habíamos visto todo.
Desde la primera escena se nos presenta a los más que prototípicos personajes (la guapa, el tonto, el deportista, el chico popular y la virgen) que adivinamos irán desapareciendo de manera violenta sucesivamente.... y hasta aquí se debe contar de la más que predecible cara A de una cinta que consigue reinventar el cine de terror, aportando una curiosa perspectiva, que resulta entretenida y amena, gracias al perfecto equilibrio conseguido entre sustos, sangre y carcajadas... contando con una cara B paralela de la que es mejor no decir absolutamente nada.

Remember me (2010)


La historia de Tyler, joven problemático que mezcla a partes iguales dudas existenciales y traumas infantiles, es la protagonista de esta historia tan obvia como ineficaz, donde los diálogos se llevan la peor parte en el ranking de despropósitos, alcanzando la categoría de absurdos.

La narración no acaba de encontrar su rumbo y vacila a la hora de decidir si girar en torno a la pareja principal u otorgar un papel mayor a los relatos secundarios, resultando desigual y dispersa.

El reparto es cargante a partir del minuto dos, con un limitadísimo repertorio de "muecas" que empachan tanto como ese postre que la estereotipada protagonista se toma siempre antes del plato principal, como pueril forma de mostrar su ruptura con los convencionalismos establecidos.

El final, lejos de ser conmovedor (o al menos emotivo) es traicionero, ruín e irrespetuoso. Sorprendente, eso sí, pero muy gratuito... como todo en una cinta donde el argumento no logra justificarse en ningún momento, a pesar de las dos horas de metraje empleadas, en las que la carga dramática no alcanza la profundidad pretendida a pesar de los constantes esfuerzos de llenar la pantalla con escenas baratas mil veces vistas ya.

Vamos, que no os la podéis perder XD

Les neiges du Kilimandjaro




Dice Guédiguian que la cinta se inspira en un poema de Victor Hugo, titulado "la gente pobre", pero después de verla creo que sería más correcto decir que se basa en su particular interpretación de tal poema... si hay poco de cine social en esta película, mucho menos encontraremos de fiel reflejo de la realidad.

Mi crítica va a ser bastante negativa a pesar de reconocer que es una obra conmovedora... pero es que juega sucio desde la primera escena. Pretende ser empática y resulta incluso irritante con ese constante buenismo que inunda la pantalla de sonrisas que no vienen a cuento, con ese tono complaciente que no ayuda a profundizar y con esos personajes excesivamente blancos que convierten el debate en un enfrentamiento (?) de buenos contra mejores.

Peca de manipuladora y de poco creible, lo que hace que el ya de por sí pobre mensaje inicial (cito como ejemplo ese discurso socialista del ladrón que basa su defensa en el nivel de vida alcanzado por Michel) se desvanezca a medida que avanza la historia, para convertirse en una incongruencia de proporciones gigantescas, llena de cabos sueltos y de situaciones disneyzadas hasta lo grotesco.

A mí no me ha convencido en absoluto.

Like Crazy (2011)


 Cuenta la historia de una joven pareja condenada a separarse por motivos legales... un nada original argumento que encontrará su mayor virtud en la transparencia y honestidad con que su director nos hace llegar este drama romántico tan realista que hace que las sensaciones nos resulten casi palpables: desde la inicial ilusión depositada en una relación, como el dolor por la obligada distancia o la confución ante un final tan inminente como indeseado.

Los personajes sufren una compleja "involución" en lo que se refiere a su comportamiento, que se vuelve más irracional a medida que pierden el control sobre la situación... empiezan siendo dos adolescentes que se involucran de manera demasiado responsable en una relación de pareja, para llegar a su etapa adulta siendo esclavos de sentimientos tan primarios como los celos, la pasión o la necesidad de protección.

Es encantadora, seductora, mágica... pero también punzante y desesperanzadora por momentos. Habla del amor en sus diferentes etapas, de las reacciones que provoca en nosotros y de esas cicatrices que marcan nuestras vidas.

Cosmopolis (2012)




Lo que prometía ser una arriesgada adaptación literaria, un aporte apocalíptico sobre el devenir de la economía internacional y un análisis profundo sobre el fracaso del capitalismo acaba siendo una metáfora bastante facilona que se centra exclusivamente en el análisis exhaustivo de diferentes conceptos, sirviéndose como únicos recursos de unos interminables monólogos totalmente subjetivos, y de una estructura demasiado lineal que acaban sumiendo al espectador en el más horroroso de los aburrimientos.

El viaje que Eric (Robert Pattinson) emprende en limusina a lo largo y ancho de toda la ciudad para simplemente cortarse el pelo viene a retratar la banalidad, frivolidad y pretenciosidad de un personaje/concepto que se convierte en herramienta de descomposición de términos que se desdibujan en exceso convirtiendo los monólogos en discursos sin lógica argumental aparente y descomponiendo de modo progresivo al protagonista hasta hacerle descubrir sus propias imperfecciones.

Cinematográficamente se queda en un conjunto de buenísimas intenciones cuyo mayor mérito es la valentía de abordar la adaptación literaria asumiento riesgos e intentando teatralizar la acción para extraer la mayor carga dramática posible de un gélido guión... pero que cae en errores tan insalvables como la pésima elección del actor protagonista y en la tediosa monotonía que envuelve el resultado.

Looper (2012)


Los loopers nacen de un nada esperanzador futuro  como agentes encargados de deshacerse de los enemigos de una Organización crimino-mafiosa, enviándoles a un pasado donde los viajes en el tiempo todavía no se han inventado. Partiendo de una base tan jugosa, el primer tercio de la cinta resulta original y atractivo, resaltando la hábil dirección y la afortunada mezcla de géneros que homenajea al cine en general y al western de manera especial (toda la ambientación, la vestimenta y los nombres de los protagonistas nos trastaladan a esa estética)

Las escenas de acción, las pinceladas de humor y los reflexivos diálogos conviven perfectamente con una elaborada trama, cuyo mayor mérito es mantener bien alto el nivel de entretenimiento sin desmerecer la inteligencia del espectador, al que regala constantes guiños, haciéndole muy cómplice en todo momento.
Sin embargo el problema de Looper está en su segunda parte, cuando el desarrollo argumental sufre un estancamiento que no se soluciona hasta el emocionante tramo final que, aunque resuelve existosamente, no consigue crear ese poso reflexivo sobre la condición humana, que envuelve al argumento.

Argo (2012)


Basada en hechos reales, Argo es un drama reconvertido en thriller gracias a un guión brillante, que se apoya en una muy dosificada vis cómica, sin que el resultado llegue a chirriar (un altísimo porcentaje del éxito de esa parte es de la genial pareja que forman Arkin y Goodman)

Affleck hace un estupendo ejercicio en la dirección, consiguiendo un altísimo nivel de tensión, suspense y claustrofobia en escenas clave sin caer en técnicas efectistas facilonas ni en lacrimógenos recursos... hasta el pulso final, en el que parece írsele un poco de las manos ese control de la situación al forzar demasiado la máquina del "último segundo" y cayendo en todo tipo de convencionalismos.
No brilla tanto en su papel como protagonista, rozando el estatismo por una total falta de expresividad...pero siendo de lejos su mejor papel hasta la fecha.

Temía ese panfletismo del que mucha gente habla y me ha sorprendido ver que no es excesivamente amable con nadie, hasta el punto de que Tony Mendez hace una crítica a la política exterior norteamericana y el radicalismo religioso iraní no se demoniza en ningún momento. Más al contrario, el prólogo y la primera parte del film son puramente informativos, apuntando maneras de documental.

A mí me ha parecido una cinta maravillosa, con una dirección artística brillante y una primera parte genial, pero que se vende innecesariamente en el tramo final, traicionando las intenciones iniciales.

The sound of my voice (2012)


The sound of my voice (2012)

Pequeña cinta, concebida sin mayores aspiraciones que la de plantear en el espectador una necesaria reflexión sobre la fe, como fuerza desestabilizadora del ser humano;  y que además elabora un (quizá demasiado escueto) análisis de la capacidad de manipulación emocional de las sectas.

Combina magistralmente el drama y la ciencia ficción, ofreciendo como resultado un producto sencillo pero con peso, y que tiene su mayor acierto en la construcción  narrativa de la historia, a modo de relato dividido en diez actos… porque tanto el guión como la premisa de la que parte la película tienen mucho de teatral.

La marcadísima estética indie, un final tan abrupto como abierto;  y la actuación de la discreta Brit Marling como esa Maggie que viene del futuro para reclutar a diez “elegidos” son lo más destacable de esta pequeña joya.