lunes, 17 de marzo de 2014

Days of heaven

"Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aún en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes" Lc 12,13-21

Chicago, finales del s.XIX. El joven e impulsivo Bill huye de su puesto de trabajo tras una acalorada disputa con el capataz de su fábrica, refugiándose en las abiertas praderas de cereal, donde será contratado como jornalero.

Las reflexiones en off de la pequeña Linda, convertida en narradora ocasional, nos acercarán al triángulo amoroso protagonizado por su hermano, la novia de éste y el propietario de la explotación... un juego perverso que nace de la ambición del protagonista y de su desesperado intento de escapar de esa miserable existencia a la que parece condenado.

Dueña de una delicada fotografía, que tiñe de ocres y sepias las caídas de sol, la imagen se convierte en majestuosa protagonista al servicio de ese carácter contemplativo que caracteriza al cine de Malick. Un cine cargado de poesía que se acerca al espectador como una caricia, dejando que la melancolía se apodere de cada plano, que la luz descomponga las imágenes hasta resignificarlas y que la cámara construya el relato a partir de un potentísimo código no lingüístico.

 
Para mí un merecido 9.

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