viernes, 3 de enero de 2014

Ruby Sparks

"Ahí estas... te estaba buscando", dice Calvin cuando sueña a Ruby.  

Él es un joven escritor, sumido en una crisis de vacío afectivo, creacional y existencial que vive en un estado de frustración constante, al saberse incapaz de encajar en un mundo con el que apenas tiene contacto... y es precisamente esa frustración la que le hace totalmente dependiente del ideal de pareja al que ha conseguido dar vida: una Ruby que encarna todo aquello que la mayoría desearíamos en el otro, y que le devuelve la ilusión, la felicidad y el deseo propios de todo estado de enamoramiento.  

Pero sucede que tras esa euforia inicial, los espejismos desaparecen y la realidad les devuelve a una relación de pareja llena de imperfecciones, que nos sería incluso demasiado familiar si no fuese porque él sí tiene la capacidad de manipular las emociones de Ruby a golpe de teclado.   

El minucioso guión viene a cuestionar la naturaleza egoísta de las relaciones personales y la dependencia insana que nace de las propias inseguridades, construyendo una comedia romántica con notas de tragedia existencial. Geniales los protagonistas, sobresaliendo ella en una escena final francamente brillante.

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