sábado, 29 de diciembre de 2012

Cenizas del paraíso (1997)


La reconstrucción del asesinato de Ana Muro y la autoinculpación en solitario de tres hermanos en el crimen, además del más que dudoso suicidio del juez y padre de los chicos, marcan el punto de partida de una cinta que mezcla magistralmente el suspense, el drama, el romance, la traición, las relaciones familiares y la lealtad... todo ello en un contexto legal y político cargado de corrupción y de mentira.

Con una narración que se sirve de continuos flashbacks, ordenados en capítulos coincidentes con los nombres de los hermanos protagonistas, Marcelo Piñeyro desarrolla un absorbente guión, impecablemente escrito que nos mantiene expectantes gracias a un controladísimo ritmo que no decae en ningún momento.

Inconmesurable Hector Alterio en el papel del juez y muy desaprovechada Cecilia Roth, quizás víctima de un exceso de contención.

Sólo un pero: muy flojo el abrupto final por atropellado, por poco convincente y por insuficiente en comparación a un brillante desarrollo tanto de la presentación como del nudo de la película.

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