sábado, 29 de diciembre de 2012

Le Havre (2011)


Marcel Max es un exitoso escritor que se autoexilia en un pueblo costero de Francia para retomar el contacto con la gente y vivir de la manera más humilde. Es la imagen de la dignidad, luchando contra todo un sistema por apoyar una causa en la que cree: ayudar a un adolescente a reencontarse con su madre emigrante.

El particular lenguaje empleado en la cinta es lo primero que destaca de una más que notable dirección. El hieratismo en los rostros de los protagonistas, que parecen recitar un texto, les convierten en meros portadores de la palabra... pero lejos de enfriar la historia, la dota de una teatralidad magnífica, marco muy adecuado para contarnos un maravilloso cuento sobre la solidaridad y la esperanza.

La dirección de arte es impresionante, llena de luz y colores pastel, que vienen a acentuar el tono amable, humilde, tierno y sutil de una muy acogedora historia que huele a realidad, y que contrasta con una sencillez narrativa apoyada en un sentido del humor absurdo, con multitud de golpes maestros.

Es una cinta ligera, dulce, acogedora... pero con un poso de crítica social. En un momento de la película, Marcel le dice al niño: "¿has llorado?" -"no", -"Bien, porque eso no soluciona las cosas"... y ese es precisamente el mensaje del director al abordar el tema de la inmigración (él prefiera la palabra "refugiados") desde un punto de vista tan esperanzador.

Imprescindible. No será la mejor obra de Kaurismaki, pero es una buenísma película.

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