sábado, 29 de diciembre de 2012

Cosmopolis (2012)




Lo que prometía ser una arriesgada adaptación literaria, un aporte apocalíptico sobre el devenir de la economía internacional y un análisis profundo sobre el fracaso del capitalismo acaba siendo una metáfora bastante facilona que se centra exclusivamente en el análisis exhaustivo de diferentes conceptos, sirviéndose como únicos recursos de unos interminables monólogos totalmente subjetivos, y de una estructura demasiado lineal que acaban sumiendo al espectador en el más horroroso de los aburrimientos.

El viaje que Eric (Robert Pattinson) emprende en limusina a lo largo y ancho de toda la ciudad para simplemente cortarse el pelo viene a retratar la banalidad, frivolidad y pretenciosidad de un personaje/concepto que se convierte en herramienta de descomposición de términos que se desdibujan en exceso convirtiendo los monólogos en discursos sin lógica argumental aparente y descomponiendo de modo progresivo al protagonista hasta hacerle descubrir sus propias imperfecciones.

Cinematográficamente se queda en un conjunto de buenísimas intenciones cuyo mayor mérito es la valentía de abordar la adaptación literaria asumiento riesgos e intentando teatralizar la acción para extraer la mayor carga dramática posible de un gélido guión... pero que cae en errores tan insalvables como la pésima elección del actor protagonista y en la tediosa monotonía que envuelve el resultado.

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